LA COMPARACIÓN CON MOTOGP
Superbike y MotoGP son dos universos aparentemente muy diferentes por tipo de materiales utilizados y por diferencia de peso: 157 kg para los prototipos de la clase reina (si hubiera motos con motores de hasta 800 cc solo podrían pesar 150 kg), 168 kg en el caso de las derivadas de serie.
A pesar de estas diferencias, los tiempos de vuelta no son tan diferentes y el margen sigue menguando: en Assen, el mejor tiempo logrado nunca por una MotoGP (1’32’’627 de Valentino Rossi) está por debajo de 9 décimas de la mejor prestación de una Superbike (1’33’’505 de Jonathan Rea). En Jerez, la ventaja del MotoGP es de 1 segundo y 3 décimas, en Phillip Island de 1 segundo y 7 décimas y en Misano de 2 segundos.
El mayor número de caballos de la MotoGP le permite acelerar más rápidamente y, por lo tanto, llegar a la curva siguiente a mayor velocidad: en la curva 7 de Losail los pilotos de MotoGP aprietan los frenos a 218 km/h, es decir, a 21 km/h más que los de Superbike (197 km/h). Esto explica los 18 metros más de distancia de frenada (157 metros frente a los 139 metros) de las MotoGP.
Además, no poder utilizar frenos de carbono penaliza a la Superbike en cuanto a los tiempos de frenada: en la primera curva de Misano las MotoGP llegan a mayor velocidad (271 km/h frente a 256 km/h) y después de utilizar los frenos entran en la curva más o menos a la misma velocidad que (110-115 km/h) las Superbike. No obstante la mayor velocidad, las MotoGP accionan los frenos durante 3,9 segundos, es decir unas décimas menos que las Superbike.