Formula 1 2016: el GP de Hungría según Brembo

21/07/2016

 Bajo rayos X la labor de los frenos de los Fórmula 1 en el Hungaroring

Desde el 22 hasta el 24 de julio en el Hungaroring se celebra la 11ª cita del Mundial 2016 de Fórmula 1. Situado a una veintena de kilómetros de Budapest, el Hungaroring hospeda el GP de Hungría sin interrupción desde 1986. Con respecto a las primeras ediciones se ha suprimido una chicane, se ha alargado la recta de llegada y se ha modificado la curva 12. Es un circuito tortuoso y se caracteriza por una alta carga aerodinámica. En su mayor parte es muy guiado pero presenta una apurada de frenada más bien dura al final de la recta principal. Según los técnicos de Brembo, que clasifican las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 10, el Hungaroring cabe en la categoría de los circuitos medianamente arduos para los frenos. La pista húngara se ha merecido un índice de dificultad 7, igual que los otros circuitos tortuosos de Mónaco y Montreal.


 

​La labor de los frenos durante el GP


La presencia de una sola recta es el motivo de las 11 frenadas a cada vuelta, aunque se utilicen los frenos solo durante el 18 % de la duración total de la carrera. La gestión de las temperaturas del material de fricción es la clave para manejar la carrera con una garantía de prestaciones constantes y desgaste bajo control. En cambio la desaceleración media es de 3,7 g. La energía que disipa cada coche frenando durante todo el GP es de 160 kWh, es decir la energía eléctrica consumida por aproximadamente 210 ciudadanos húngaros durante toda la carrera. Desde la salida hasta la bandera de cuadros cada piloto aplica una fuerza total de 83 toneladas sobre el pedal, es decir el peso de 65 Audi TT, que salen de la fábrica de Gyor.

Infografica del circuito Formula 1 Ungheria 2016 con dettaglio curve Brembo 

 

Las frenadas más arduas

De las 11 frenadas del Hungaroring, solo 2 están clasificadas por los técnicos de Brembo como arduas para los frenos, 6 son medianamente difíciles y 3 son ligeras. La primera frenada después de la salida es la más dura de todas: los monoplaza llegan a 340 km/h y frenan durante 1,56 segundos para bajar a 86 km/h en tan solo 144 metros, lo que equivale a la longitud de 5 piscinas de waterpolo una detrás de otra: un esfuerzo increíble para el sistema de frenos y para los pilotos que tienen que hacer frente a una desaceleración de 5,6 g y que sobre el pedal aplican una fuerza de 158 kg. Es notable también la frenada en la curva 4 (127 kg de fuerza sobre el pedal del freno), no obstante se utilicen los frenos por un tiempo breve: solo 86 centisegundos, que por otra parte son suficientes para pasar de 311 km/h a 189 km/h. Entre las frenadas medianamente arduas se merece una mención la curva 11, ya que aquí los monoplaza necesitan solo 26 metros, es decir una cancha de baloncesto, para bajar de 272 km/h a 187 km/h: los pilotos están sujetos a una desaceleración de 3,9 g durante 78 centisegundos.


 

Victorias Brembo

Los monoplaza con frenos Brembo han ganado 13 ediciones del GP de Hungría de las 30 disputadas. Poco menos de la mitad son los éxitos obtenidos por Ferrari (6), que ganó 4 veces con Michael Schumacher. Son 9 los pilotos ganadores con frenos Brembo.