PRIMER AÑO: DESAFÍO ACEPTADO
Con la introducción de las Power Unit, en pocos meses los monoplaza pasaron de 750 CV de potencia (valor estimado a finales de 2013) a 850 CV (Mundial 2014). El reglamento también estableció un aumento del peso mínimo de los coches: de los 642 kg del 2013 a los 691 del campeonato siguiente.
Ambas novedades repercutieron mucho en el sistema de frenos, que tenía que hacer frente a un esfuerzo suplementario respecto a los años anteriores. La introducción del ERS además del KERS exigió que se rediseñara la parte trasera del sistema de frenos.
Para garantizar una acción frenante correcta del tren delantero se introdujo el Brake By Wire (BBW), es decir el sistema de frenada asistida con el accionamiento del sistema trasero controlado por la centralita electrónica en lugar que por el piloto.
El aumento del reparto de fuerzas de frenado sobre el eje trasero hizo que Brembo disminuyera el diámetro y el espesor de los discos de freno traseros, debido a la menor energía que había que disipar en dicho eje.
BALANCE DEL 2014: 19 VICTORIAS, 18 POLE, 16 VUELTAS RÁPIDAS, 45 PODIOS Y 1.083 VUELTAS A LA CABEZA DE LA CARRERA.
SEGUNDO AÑO: REAFIRMARSE ¿ES DIFÍCIL?
En 2015 el peso mínimo de los monoplaza de Fórmula 1 aumentó ulteriormente, llegando a 702 kg y se introdujeron los neumáticos más rectangulares.
Por su parte los especialistas en motores lograron sacar ulterior potencia de los propulsores, llegando a garantizar potencias cercanas a los 900 CV.
Naturalmente todo esto obligó a los fabricantes de frenos a reconsiderar los sistemas de frenos para calibrarlos con arreglo a las nuevas exigencias de los monoplaza. Para mejorar el enfriamiento de los discos de freno de carbono, que en Fórmula 1 pueden alcanzar los 1.200°C, Brembo aumentó de 1.000 a 1.200 el número de orificios de ventilación, reduciendo al mismo tiempo sus dimensiones.
Naturalmente, se adaptó la ventilación a las exigencias de los diferentes monoplaza, para combinarse mejor con las tomas de aire utilizadas por los diferentes equipos. Además de las pinzas de freno de aluminio/litio, más eficientes, conseguidas gracias a un mecanizado de más de 14 horas consecutivas, que permite conseguir la mejor combinación de peso y rigidez, Brembo introduce también un nuevo material de fricción.
Además, el empleo del CER 300 como material de los discos, redujo notablemente el desgaste, garantizando una conductividad térmica más eficaz y menos tiempo de warm-up. Por su parte, se introdujeron las pastillas CCR 700, también ellas ventiladas.
BALANCE DEL 2015: 19 VICTORIAS, 19 POLE, 19 VUELTAS RÁPIDAS, 51 PODIOS Y 1.129 VUELTAS A LA CABEZA DE LA CARRERA.