El GP Mónaco de Fórmula 1 2019 según Brembo

21/05/2019

 Analizamos el esfuerzo de los sistemas de freno de los monoplazas de Fórmula 1 en el Circuit de Monaco.

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Del 23 al 26, el Circuit de Monaco acoge la 6ª cita del Mundial 2019 de Fórmula 1. La pista, que pasa por las calles del Principado di Mónaco, acoge ininterrumpidamente los monoplaza más punteros del mundo desde 1955, aunque la primera edición del GP de Fórmula 1 se remonta al 1950. ​

La cercanía de las barreras obliga a los pilotos a ser sumamente precisos: equivocarse al frenar, hasta de un solo metro, podría llevar a chocar contra el guardarraíl y por consiguiente a retirarse. ​

Por este motivo los sistemas de frenos tienen que mantenerse eficientes hasta cuando baja la bandera de cuadros. No es nada fácil, ya que en todo el GP cada coche tiene que efectuar unas 870 frenadas. ​

Mónaco es una de esas pistas en que predominan una alta carga aerodinámica y altos porcentajes de tiempo gastado en frenar, pero con frenadas no particularmente intensas. También frente a frenadas medianamente poco intensas, se trata siempre de un circuito exigente para los frenos, sobre todo debido a las altas temperaturas alcanzadas por las pinzas y por el fluido de los frenos. ​

En el pasado las temperaturas de las pinzas y del fluido de frenos alcanzaban valores muy altos, y en algunos casos llegaba a producirse el fenómeno del "vapour lock", es decir la ebullición del líquido dentro de la pinza. Esto conllevaba una carrera más larga del pedal del freno, por lo que su respuesta era menos rápida. ​

 

 

En tiempos modernos, la labor llevada a cabo por los técnicos de Brembo con relación al enfriamiento de los frenos ha alejado dichos problemas y el aumento del número de orificios de ventilación debería constituir una seguridad más al respecto.​

Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Circuito de Mónaco cabe en la categoría de los circuitos moderadamente arduos para los frenos. La pista monegascas se ha apuntado un índice de dificultad 3, igual a los circuitos de Barcelona, Spielberg y Budapest​.

 
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La labor de los frenos durante el GP
Si bien es la pista más corta del Campeonato Mundial, al ser larga tan solo 3.337 metros, Mónaco es la segunda​ con más frenadas por vuelta: son 11, es decir 5 más que en Montreal que es considerado uno de los circuitos más duros para los sistemas de frenos. El esfuerzo exigido a los frenos efectivamente no se relaciona con el número de las frenadas ni con el tiempo gastado frenando: en Mónaco los pilotos utilizan los frenos durante unos 18 segundos y medio a cada vuelta, lo que equivale al 27 por ciento de la duración total de la carrera, un valor récord de todo el Campeonato Mundial.

Al no haber tramos muy rápidos, con la parcial excepción de la salida del túnel y del Mirabeau, las frenadas casi nunca son más largas de 2,6 segundos. Además, hay 5 curvas en las que la desaceleración máxima no llega ni a 3 g. Esto se traduce en una desaceleración media de 3 g, exactamente dos puntos por debajo de la registrada en Montreal. El gran número de frenadas determina un valor altísimo de energía disipada al frenar por cada coche durante todo el GP: 239 kWh. ​

Desde la salida hasta la bandera de cuadros, los técnicos Brembo han calculado que cada piloto aplicará una fuerza total de 61 toneladas y medio sobre el pedal del freno. En otras palabras, en cada minuto de carrera los pilotos tendrán que hacer más de 600 kg de fuerza sobre el pedal del freno.

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Las frenadas más arduas

De las 11 frenadas del Circuit de Monaco, solo dos están clasificados como difícil para los frenos, 2 son de mediana dificultad y 7 son ligeras. ​

La apurada de frenada más ardua es aquella después del túnel (curva 10): los monoplaza llegan a 297 km/h y frenan en menos de 2 segundos y medio (más exactamente en 2,48 segundos) para bajar a 89 km/h. Lo logran en tan solo 118 metros. En ese punto los pilotos afrontan una desaceleración de 4,5 g y tienen que aplicar una fuerza de 144 kg sobre el pedal del freno.


 

En cambio, en el Mirabeau (curva 5) la velocidad baja de 232 km/h a 75 km/h, pero la frenada dura 2,52 segundos durante los cuales los monoplaza recorren 91 metros. Por otra parte, son más bajas la fuerza sobre el pedal (116 kg) y la desaceleración (3,6 g). ​

Pero la velocidad máxima en absoluto (296 km/h) se alcanza después de la recta de meta, en la S.te Devote: la curva no es especialmente seca, así que los coches pueden afrontarla a 108 km/h frenando durante tan solo 2,12 segundos. ​


 

Resultados de Brembo

Esta pista ha sido el escenario de la primera victoria de los frenos Brembo en Fórmula 1: el mérito fue de Niki Lauda y del Ferrari 312T, el primero en utilizar los discos de freno Brembo, en el año 1975. ​

Los monoplaza con pinzas de freno Brembo han ganado 26 de las 44 ediciones del GP de Mónaco en las que han participado, incluidas las últimas 10. Seis han sido los éxitos de Ayrton Senna en Mónaco, siempre con monoplazas con frenos Brembo.​