Del
12 al 13 de noviembre el
Autódromo José Carlos Pace acoge la
20ª prueba del Mundial 2016 de Fórmula 1.
Está situado a unos quince kilómetros de San Paolo, y antes se conocía como Autódromo de Interlagos. En 1985 se le cambió el nombre en honor al brasileño José Carlos Pace, ganador de un solo GP de Fórmula 1, precisamente en Interlagos, fallecido en un accidente aéreo en 1977.
De los casi 8 kilómetros de longitud que medía el circuito en los años Setenta, pasó primero a tener 4.325 metros, después 4.292 y, por último, desde el año 2000, 4.309 metros. Se trata de un trazado muy guiado con curvas muy rápidas que determinan frenadas poco difíciles: los monoplazas recorren la Curva do Sol a casi 250 km/h, la Subida dos Boxes a 275 km/h y la Arquibancadas a más de 300 km/h.
Según los técnicos Brembo, que
han clasificado los 21 circuitos del Mundial usando una escala de 1 a 10, el Autódromo José Carlos Pace es el circuito menos difícil de todos para los frenos. La pista de San Paolo se ha merecido un índice de dificultad de 3, idéntico al valor de
Silverstone. Al igual que para el circuito británico, el principal problema para los frenos podría estar representado por la lluvia y el posible descenso de las temperaturas: durante el GP de Brasil 2012 la temperatura del aire no superó los 19 grados Celsius.