El GP Canadá de Fórmula 1 2019 según Brembo

03/06/2019

 Analizamos el esfuerzo de los sistemas de freno de los monoplazas de Fórmula 1 en el Circuit Gilles-Villeneuve

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Del 7 al 9 de junio, el Circuit Gilles-Villeneuve acoge la 7ª cita del Mundial 2019 de Fórmula 1. Dedicado al legendario piloto de Ferrari, celebró en 2017 el 50° aniversario del primer GP del Canadá de Fórmula 1: si bien las 10 primeras ediciones se disputaron en el Mosport Park (8) y en Mont-Tremblant (2).

La pista está situada en la Isla de Notre-Dame, realizada artificialmente en 1965 en el cauce del río Saint Lawrence durante las obras de construcción del metro de Montreal. ​


 

Se distingue por la alternancia de rectas, chicane y horquillas y no cabe duda que se trata del banco de pruebas más desafiante para los sistemas de frenos de los monoplaza que aquí suelen presentarse con una baja carga aerodinámica. ​

Las apuradas de frenada, todas fuertes y muy cercanas entre ellas, generan altísimas temperaturas de funcionamiento para los discos y las pastillas, que en las rectas no logran enfriarse lo suficiente.​

Otro problema para los sistemas de frenos es el viento en popa en las dos rectas principales: cuando empuja por atrás, la velocidad de los monoplaza en la recta aumenta, esforzando todavía más los frenos. ​

Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Circuit Gilles-Villeneuve cabe en la categoría de los circuitos sumamente arduos para los frenos. La pista canadiense está clasificada con un índice de dificultad 5, igual que el atribuido a las pistas de Abu Dabi, Ciudad de México y Singapur. ​

 

 

La labor de los frenos durante el GP

Como ha demostrado el GP de Mónaco, el número de frenados no es indicativo de la labor exigida a los frenos: en el Circuit Gilles-Villeneuve los pilotos accionan los frenos solo 6 veces por vuelta, respecto a las 8 de Melbourne, las 11 de Mónaco y Baku y las 12 de Singapur.​

En Canadá se utilizan los frenos durante 12,7 segundos por vuelta, lo cual representa el 18 por ciento de la duración total de la carrera. Si bien el tiempo gastado en frenar no sea nada del otro mundo, son excepcionales, en cambio, los 5 puntos de la pista donde la desaceleración máxima llega a alcanzar los 5 g y la fuerza sobre el pedal supera los 125 kg. ​

Por esto el promedio de las desaceleraciones máximas es de 4,9 g, la más alta del Mundial. La energía disipada frenando por cada coche durante todo el GP es de 258 kWh, igual que el GP de México.​

Desde la salida hasta la bandera de cuadros, los técnicos Brembo han calculado que cada piloto aplicará una fuerza total de poco menos de 57 toneladas sobre el pedal del freno.​

 

 

Las frenadas más arduas

De las 6 frenadas del Circuit Gilles-Villeneuve, 5 están clasificadas como difíciles para los frenos y 1 es de mediana dificultad. La más crítica es la última, es decir la chicane que precede el famoso "muro de los campeones", donde el control de la entrada en la curva es fundamental para evitar saltar sobre el piano.

Los monoplaza llegan a 338 km/h y frenan durante 2,09 segundos para bajar a 133 km/h: lo logran en tan solo 122 metros. El esfuerzo exigido a los pilotos es excepcional: 139 kg de carga sobre el pedal del freno y 5,2 g de desaceleración.

También es muy dura la frenada en la curva 10, ya que la velocidad baja de 301 km/h a 65 km/h en 109 metros y 2,64 segundos. La carga sobre el pedal es de 179 kg, mientras que la desaceleración ronda los 5,3 g.

Si hablamos de espacios de frenada la curva 1 no tiene igual: los monoplaza recorren 113 metros para pasar de 317 km/h a 149 km/h en tan solo 1,93 segundos. ​

 

 

Resultados de Brembo

Los monoplaza con frenos Brembo han ganado 21 de las 41 ediciones del GP de Canadá en las que han participado, incluidas las últimas 6. El último en ganar con pinzas Brembo 3 GP seguidos fue Michael Schumacher con Ferrari, en 2002, 2003 y 2004. ​