Hoy en día, la pinza de fijación radial se monta incluso en las motos de serie, pero en aquel entonces era toda una revolución. Te sentiste inmediatamente a gusto porque sabías (y sabes) que siempre puedes contar con nosotros: hemos hecho todo lo posible para que te sientas bien. Te diste cuenta en el GP de Japón de 1998. Y, de hecho, en la tercera carrera en 250 ya habías subido al podio. Desde entonces, siempre has utilizado pinzas de fijación radial.
También te apoyamos en 2017, ayudándote a regresar a los circuitos a los 23 días de haberte roto la tibia y el peroné. Con la bomba de pulgar cuidamos de tu pierna derecha, al igual que hicimos en su momento con Mick Doohan.
En ocasiones, hemos tenido malentendidos, como es natural. Por ejemplo, cuando adelantaste a Sete Gibernau con una apurada de frenada fuera de lo normal en 2004 y, al final de la carrera, declaraste "Frené con las manos, los pies, las orejas" y te olvidaste de nosotros. Pero no nos calentamos y te perdonamos.
O cuando ganaste el GP de Sudáfrica 2004, el primero que corriste con Yamaha, te bajaste en la vuelta de honor y te pusiste de rodillas delante de la moto. Por un momento pensamos que nos besarías, pero en cambio tus labios acariciaron la cúpula de la M1. Superados los celos iniciales, nos dimos cuenta de que era lo correcto.