Entre las frenadas más estresantes para el sistema de frenado está la de Ford Chicanes: para los LMP1 es aquella en que se usan los frenos por más tiempo, 5,5 segundos, y se recorre el máximo espacio de frenada, hasta 269 metros.
En cambio, la fuerza sobre el pedal es de 88 kg y la desaceleración de 2,07 g. Para los LM GTE Pro el espacio de frenada es más corto que para los prototipos, ya que llegan a menos velocidad: tan solo 183 metros, pues la velocidad al inicio de la frenada es de 257 km/h y aquella final es de 97 km/h.
De las frenadas de mediana dificultades la más relevante es la de la curva Mulsanne: los LMP1 bajan casi 220 km/h de velocidad, la bajada más fuerte del circuito, pasando de 321 km/h a 86 km/h.
La desaceleración media es de 3,01 g y en frenada se recorren 188 metros. En cambio, los LM GTE Pro pasan de 281 km/h a 80 km/h en 310 metros.
En la frenada de la Maison Blanche, los frenos trabajan poco: los LMP1 pasan de 264 km/h a 221 km/h en 1,5 segundos, mientras que los LM GTE Pro pasan de 217 km/h a 193 km/h en 2 segundos.
Aun pareciendo frenadas modestas, ambas superan los 100 metros de longitud: 105,5 metros para los LMP1 y 107 metros para los LM GTE Pro.