Efectivamente, en los dos cuadrantes superiores podemos ver circuitos más bien arduos para el enfriamiento de los frenos. En la esquina superior izquierda del gráfico están los circuitos lentos, que se distinguen por una gran carga aerodinámica y altos porcentajes de tiempo transcurrido en frenada, pero con frenadas no particularmente intensas.
También frente a frenadas medianamente poco intensas se trata de circuitos muy exigentes para los frenos, sobre todo debido a las altas temperaturas alcanzadas por las pinzas y por el fluido de los frenos. Pasando al cuadrante de arriba a la derecha los circuitos se vuelven más veloces y exigen menores cargas aerodinámicas de los monoplaza, inicialmente podemos ver pistas come Montreal y Sakhir que tienen rectas veloces pero también tramos con curvas secas y repetitivas y que por consiguiente son otro tanto exigentes para los frenos, ya que presentan un porcentaje destacable de tiempo transcurrido en frenada (aunque muy por debajo del tiempo en Montecarlo, Singapur, México y Abu Dhabi) y apuradas de frenada medianamente muy fuertes.
Abajo a la izquierda están los circuitos en general poco exigentes para los frenos, como Interlagos y Suzuka, con curvas veloces y frenadas poco intensas. Por último en el cuadrante de abajo a la derecha están los circuitos veloces con frenadas muy intensas aunque poco frecuentes. Salvo algunas excepciones (por ejemplo Monza, que en cambio es uno de los circuitos más exigentes para los sistema de frenado de los monoplaza) se trata de pistas medianamente exigentes para los frenos, gracias a la presencia de apuradas de frenada que, si bien presenten desaceleraciones próximas a 5 g, están precedidas por rectas muy largas en que el material de fricción se puede enfriar bien.