Corvette Grand Sport: todo lo que hay que saber sobre los frenos

13/09/2016

Secretos, detalles y opciones del sistema de frenado Brembo para el Corvette Grand Sport de carretera más potente de siempre

El supercoche americano hace alarde de prestaciones que desbordan de la categoría también en cuanto al sistema de frenos. Brembo ofrece diferentes soluciones para el último modelo de la gama Corvette.

En el Salón de Ginebra del pasado mes de marzo ha capturado la mirada entusiasmada de miles de personas que agolparon el stand Chevrolet para admirarlo. Hablamos del nuevo Corvette Grand Sport, la punta de diamante de la gama Corvette.

Un supercar magnífico, cuyo corazón palpitante es el motor V8 LT1 de 6,2 litros, que proporciona 460 Cv y ofrece un par de 630 Nm. Números sensacionales, acordes al carácter deportivo heredado del homónimo coche del 1963. Cada elemento del nuevo Grand Sport ha sido efectivamente estudiado para exaltar sus prestaciones en la pista: desde las soluciones aerodinámicas hasta el chasis ligero, realizado con los mismos procesos productivos empleados para los coches de carreras.

También el sistema de frenos, naturalmente Brembo, se ajusta a estas aspiraciones: en el eje delantero lleva pinzas monobloc con 6 pistones, que actúan sobre discos flotantes en dos piezas de 370 mm (espesor 34 mm). En cambio en el eje trasero los discos son flotantes en dos piezas y son de 365 mm (espesor 26 mm) y operan junto con pinzas fijas con 4 pistones.

En un disco flotante la banda frenante y el tambor se fabrican con materiales diferentes. El tambor de un disco flotante, al ser de aleación de aluminio, es más ligero que un tambor tradicional: reduciendo las masas no suspendidas se aumentan las prestaciones, el confort y la manejabilidad del automóvil.

La separación entre las dos partes también evita que el calor, generado por la fricción, se transmita desde la banda frenante, que puede dilatarse tanto en dirección radial como en aquella axial, al tambor.

Las pinzas Brembo delanteras del Grand Sport son de aluminio en la versión monobloc, es decir elaboradas con máquina herramienta partiendo de un bloque de aluminio fundido, y garantizan una rigidez excepcional y una menor deformación. En su conjunto, las pinzas fijas, tanto delanteras como traseras, mejoran la duración y la eficiencia del sistema: efectivamente, gracias al empleo de varios émbolos contrapuestos, la acción sobre las pastillas es más precisa, debido al menor diámetro de los cilindros, una menor presión sobre cada pistón y un desgaste más igualado de las superficies de fricción, debido a la mayor superficie dedicada al accionamiento de las pastillas. En otras palabras, la frenada es más reactiva y fuerte también en carretera.
Este resultado se nota ya al conducir por carretera, pero es resaltado en pista, donde la eficacia frenante siempre es máxima.

Además, las pinzas del Grand Sport, disponibles en las variantes negro, rojo y amarillo, llevan pistones contrapuestos de diámetro diferente.

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Brembo fabrica pinzas de alto valor tecnológico que se incluyen en el equipo original de los principales modelos de todas las categorías de automóviles. Se trata de pinzas fijas de aluminio, monobloque o de dos piezas, que garantizan la máxima ligereza y las mejores prestaciones, con un número de pistones que varía de 2 a 6, en algunos casos hasta 8, dependiendo de las dimensiones.

Si todo esto aún no os parece bastante, no os desaniméis, está el Z07 Performance Package: junto a los neumáticos Michelin Sport Cup 2 y a un paquete aerodinámico de fibra de carbono que garantizan poder recorrer curvas a 1,2g (1,05g con el modelo de serie) hay un sistema de frenado más avanzado, siempre firmado por Brembo.

En lugar de discos con banda frenante de fundición, el paquete Z07 incluye discos de carbono-cerámico de medidas más grandes: de 394 mm (espesor 38 mm) en el eje delantero y de 390 mm (espesor 32 mm) en el eje trasero. La reducción de peso es considerable: el sistema de frenos en cada rueda delantera pasa de 10,87 kg a 6,2 kg, con una disminución del 43 por ciento, mientras que en el eje trasero, siempre unitario, baja de 11,3 a 8 kg con un ahorro del 29 por ciento. La liviandad redunda en una aceleración más fuerte, en menos espacio de frenada y hasta en menores consumos.

Pero las ventajas del carbono-cerámico no son solo estas. Este material se distingue por una muy baja deformación a altas temperaturas, una peculiaridad que repercute directamente sobre las prestaciones del coche. Además, el carbono-cerámico no teme el accionamiento repetido, ya que también después de muchos accionamientos la fuerza frenante no mengua. Y hasta en las frenadas más arduas con el disco de carbono-cerámico nunca hay riesgo de fading.

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El material carbocerámico ofrece ventajas en términos de prestaciones sobre superficies secas y mojadas, peso, confort, resistencia a la corrosión, durabilidad y aspecto técnico.

¿Se os está haciendo la boca agua? Pues mantened a raya el entusiasmo porque no es todo. También las pinzas del paquete Z07 son diferentes de las de serie y no solo por el color gris que reemplaza al negro, añadiéndose al rojo y al amarillo. Manteniendo el monobloc de 6 pistones, las pinzas delanteras se distinguen por una geometría diferente que mejor se integra con los discos de carbono-cerámico. Las pinzas traseras, en cambio, se vuelven monobloc con 4 pistones.

Con estas especificaciones, la fuerza frenante del paquete Z07 es impresionante: 2.038 Nm para el eje delantero, 1.134 Nm para el eje trasero. Números estupendos, como todos los del Corvette Grand Sport. Imposible mantener a raya el entusiasmo.