El GP Austria de Fórmula 1 2019 según Brembo

24/06/2019

 Analizamos el esfuerzo de los sistemas de freno de los monoplazas de Fórmula 1 en el Red Bull Ring

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La Fórmula 1 permanece en el corazón de Europa para la 9ª cita del Mundial 2019. El escenario Teatro del GP Austria es el Red Bull Ring, inaugurado en mayo de 2011 y situado cerca de Spielberg, en Estiria.​


 

A pesar de que tiene, más o menos, la misma longitud que las pistas de Budapest y Montreal (4,3 km cada una con una diferencia de decenas de metros) el trazado austriaco es el único del Mundial en el que se tarda menos de 65 segundos en completar una vuelta.​

Gracias a la velocidad del coche, pero también al reducido número de curvas, de las cuales solo 3 requieren un uso de los frenos superior a 1 segundo. Además, las frecuentes ondulaciones de la pista también dificultan la elección del momento en las apuradas de frenada: desde el punto más alto hasta el más bajo hay un desnivel de 65 metros. ​

Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Red Bull Ring pertenece a la categoría de los circuitos moderadamente difíciles para los frenos. ​ 


El circuito austriaco está clasificado con un índice de dificultad 3, igual que Budapest, Austin y Interlagos. ​

 

 
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La labor de los frenos durante el GP

En cada vuelta, los frenos se utilizan 7 veces por un total de menos de 10 segundos, 8 décimas más que en el circuito de Monza. ​

Así que, desde la salida hasta la meta, los frenos se utilizan por un total de 11 minutos y medio, equivalentes al 15 por ciento de toda la carrera. ​

A partir de la curva Rauch (curva 6), es decir, de la segunda mitad de la pista, los frenos se utilizan aún menos: si, en la primera sección, los pilotos recurren a los frenos 6 segundos y medio, en la segunda los utilizan durante unos 3 segundos. ​​

La desaceleración máxima también se ve afectada por esta divergencia: de los 5,2 g de media que se registran en la primera sección, se pasa a los 2,3 g de la siguiente. Por lo tanto, la desaceleración media del circuito es de 3,5 g. ​

También es muy reducida la energía disipada en frenada por cada coche durante todo el GP: 201 kWh.

​En total, durante la carrera, un piloto utiliza los frenos casi 500 veces, ejerciendo una carga total de 38 toneladas y medio en el pedal del freno.


 

Las frenadas más arduas

De las 7 frenadas del Red Bull Ring, 3 están clasificadas como arduas para los frenos, mientras que 4 son ligeras. 


La más dura para el sistema de frenos es la frenada de la curva Remus (curva 3): los monoplazas llegan a 328 km/h y, en 2,59 segundos, bajan a 84 km/h. Para lograrlo los pilotos aplican una fuerza de 174 kg sobre el pedal del freno y sufren una desaceleración de 5,2 g. Los coches recorren 127 metros con el freno pisado. ​

Los pilotos sufren una desaceleración de 5,2 g también en la curva Schlossgold (curva 4), ya que alcanzan una velocidad de 331 km/h en las rectas anteriores. La velocidad de entrada a la curva es superior que en la Remus: los monoplazas entran en la curva a 120 km/h. Esta curva requiere el uso de los frenos durante 2,57 segundos, pero la carga del pedal es de 171 kg. ​


 

Resultados de Brembo

Los monoplazas con frenos Brembo han ganado las últimas 7 ediciones del GP de Austria. 

Es uno de los pocos circuitos del mundo en el que aún no se ha impuesto Sebastian Vettel. La última victoria de Ferrari en Spielberg se remonta a 2003, cuando el circuito se llamó A1-Ring. ​