El GP México de Fórmula 1 2019 según Brembo

21/10/2019

 Analizamos el esfuerzo de los sistemas de freno de los monoplazas de Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez

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Después de la carrera de Japón, la Fórmula 1 se muda en América​​ para la 18ª prueba del Mundial 2019, prevista del 25 al 27 de octubre en el Autódromo Hermanos Rodríguez. ​

El circuito está dedicado a los hermanos Rodríguez, Ricardo y Pedro, ambos pilotos de Fórmula 1, que fallecieron prematuramente en un accidente en la pista. ​


 

Brembo tiene tres plantas de producción en México: Puebla, Apodaca y Escobedo. La planta de Escobedo, inaugurada en 2016, se extiende sobre una superficie de 35.000 m2 y tiene una capacidad de producción de 2 millones de pinzas de aluminio al año. ​

Los 2.229 metros de altura a los que está situado el circuito no suponen ningún problema para el sistema de frenos. Sin embargo, los picos de velocidad sí que ponen los frenos a dura prueba: el año pasado el Ferrari de Kimi Raikkonen superó los 362 km/h. Además de la velocidad, la temperatura del asfalto también podría influir en la temperatura de los discos y las pinzas: hace dos años, en la calificación alcanzó los 44 grados de temperatura.​

Aunque, al aumentar el agarre del asfalto durante el fin de semana también suele comportar un aumento del par de frenado que se descarga al suelo​

Según los técnicos Brembo, que han clasificado los 21 circuitos del Mundial aplicando una escala de 1 a 5, el Autódromo Hermanos Rodríguez pertenece a la categoría de los circuitos más difíciles para los frenos. ​

Al circuito mexicano se le ha atribuido un índice de dificultad 5, idéntico al valor de los circuitos de Montreal, Abu Dabi y Singapur.​

 

 
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El empleo de los frenos durante el GP

Los frenos se utilizan en 10 de las 17 curvas de la pista, con un uso intensivo en la primera parte, gracias a la posibilidad de utilizar el DRS en dos rectas.​

Los coches utilizan los frenos una media de 15 segundos por vuelta, equivalentes al 20% de la duración total de la carrera. ​

La tortuosidad de las secciones central y final de la pista contribuyen a reducir la desaceleración media por vuelta que no supera los 3,3 g, uno de los valores más bajos del Mundial.​

La energía que disipa un monoplaza durante todo el GP es una de las más altas de toda la temporada: 258 kWh, casi el doble del GP de Gran Bretaña.

​​Sin embargo, la carga que ejerce cada piloto en el pedal del freno, desde la salida hasta la línea de meta, está en la media del campeonato: casi 53 toneladas.


 

Las frenadas más difíciles

De las 10 frenadas del Autódromo Hermanos Rodríguez, 3 están clasificados por los técnicos Brembo como difícil para los frenos, ninguna es de dificultad media y 7 son ligeras. La más difícil de todas es la frenada de la primera curva después de la meta porque la velocidad de los coches pasa de 362 km/h a 110 km/h en apenas 145 metros. ​

Para recorrerlos, los pilotos ejercen una carga de 177 kg en el pedal del freno durante 2,52 segundos durante los cuales sufren una desaceleración de 5,4 g. En la curva 4, que también está después de una recta donde se puede utilizar el DRS, en cambio toma 2.43 segundos​ para no entrar demasiado tarde. Los monoplazas llegan a 338 km/h y reducen hasta 105 km/h gracias a una carga de 166 kg en el pedal del freno.

Sin embargo, bastan 1,93 segundos y 114 metros en la curva 12 en subida para reducir la velocidad de 324 km/h a 137 km/h. Los 4,6 g de desaceleración demuestran que tampoco podemos subestimar esta frenada, como tampoco los 114 kg de carga en el pedal del freno.​

Sin embargo, en el tramo del circuito comprendido entre las curvas 5 y 7, los pilotos utilizan los frenos para espacios que siempre tienen menos de 65 metros.​ Por otro lado, en estas 3 frenadas, la diferencia de velocidad nunca llega a los 85 km/h.

 

 

Prestaciones Brembo

Los monoplazas con frenos Brembo han ganado 7 de las 11 ediciones del GP de México, en las que han participado. ​

En 2017, Ferrari estableció la pole y la vuelta rápida, pero no ganó en México desde 1990.