El desempeño de los frenos durante el GP
Hace cuatro años, en Monza los monoplaza más rápidos en calificación daban la vuelta a un promedio de 250 km/h mientras que el año pasado pasaron los 263 km/h.
El tiempo gastado en frenar es escaso: tan solo el 11 por ciento de toda la carrera.
No son récord negativo las solo 6 frenadas por vuelta: en Singapur son 15, en Monaco, Yas Marina, Budapest y Baku 11 pero en Hockenheim son 5. De promedio, se utilizan los frenos durante 10,6 segundos por vuelta, valor superior solo al de la pista de Spielberg, que es un kilómetro y medio más corta.
La presencia de pocas frenadas, pero todas muy fuertes, se traduce en una desaceleración media de 4,1 g por vuelta.
La combinación de frenadas fuertes, compensadas por su escaso número, genera una energía disipada frenando por cada automóvil durante todo el GP ajustada con respecto a la energía disipada en otros GP: efectivamente, los 165 kWh son comparables con los valores de Spa-Francorchamps y de Sochi. Desde la salida hasta la bandera de cuadros, cada piloto aplica una fuerza total, sobre el pedal del freno, de 31 toneladas.
Prácticamente, a cada vuelta la fuerza aplicada para frenar toca 600 kg lo cual exige una gran preparación física, indispensable también para hacer frente a las aceleraciones laterales en las curvas largas.