El Silverstone Circuit ya ha acogido 52 carreras del Mundial de Fórmula 1, pero solo 9 en su configuración actual.
No obstante la introducción, en los años Sesenta, de varias curvas con vistas a reducir la velocidad, el año pasado la pole fue realizada con un promedio de velocidad de 246,910 km/h, por encima de los 244,571 km/h de 1983.
En la pista abundan las curvas veloces, para 10 de las cuales los monoplaza ni siquiera tienen que utilizar los frenos. Las frenadas realmente arduas son un par, y ambas se deben a modificaciones de la pista realizadas en estos últimos treinta años.
Pero debido a las bajas energías presentes podría producirse la vitrificación (glazing) del material de fricción si lloviera o las temperaturas bajaran de golpe.
Frente a estas condiciones meteorológicas, el carbono de los discos y de las pastillas efectivamente puede enfriarse excesivamente y no garantizar más la fricción necesaria para poder efectuar las frenadas a que los pilotos están acostumbrados.
Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Silverstone Circuit cabe en la categoría de los circuitos menos desafiantes para los frenos.
La pista británica se apunta un índice de dificultad 2, igual que aquél atribuido a Suzuka e Le Castellet.