Del 26 al 28 de agosto se celebra en el circuito de Spa-Francorchamps la 13ª cita del Mundial 2016 de Fórmula 1.
Situada en las verdes colinas de la región de Ardenne, la pista de Spa-Francorchamps empezó a albergar las primeras carreras de automovilismo en 1920. En aquella épica se corría en un trazado de 14,1 km. El trazado actual data de 1983, exceptuando el cambio de la chicane Bus Stop, vigente desde 2007.
Con 7,004 kilómetros de longitud, es la pista más larga del Mundial. A pesar de las dos frenadas caracterizadas por una altísima energía, el resto del trazado no presenta grandes dificultades para el sistema de frenos porque hay grandes curvas rápidas que hacen que las frenadas sean poco exigentes y garantizan una excelente refrigeración del sistema.
Si las condiciones climáticas son adversas, algo muy frecuente en la región de Ardenne, se pueden dar problemas relacionados con un exceso de refrigeración: en 2014, durante la carrera, la temperatura del aire no superó los 16 grados.
Según los técnicos Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 10, el circuito de Spa-Francorchamps se encuentra en la categoría de los circuitos poco arduos para los frenos. La pista belga se ha merecido un índice de dificultad 4, idéntico al valor obtenido por Suzuka y superior solo a Silverstone e Interlagos.