Brembo desvela la 1ª vuelta del Mundial de Superbike en Australia

22/02/2018

 Pasando por rayos X el esfuerzo de los sistemas de frenado de las derivadas de serie en el Phillip Island Grand Prix Circuit

Después de la larga pausa invernal, el Campeonato del Mundo de Superbike inicia en el legendario Phillip Island Grand Prix Circuit. Del 23 al 25 de febrero, el circuito australiano alberga la 1ª cita de la temporada. Este circuito, inaugurado en diciembre de 1956, acoge las carreras del Mundial de Superbike desde 1990. Con 53 carreras celebras, es el circuito que más se utiliza en el Mundial de Superbike y el único de todo el hemisferio austral.

La opción de poder correr en febrero, siendo pleno verano, garantiza a los pilotos temperaturas superiores a las que tendrán los del MotoGP. En 2015, las carreras se disputaron con 30 y 31 grados (temperatura del aire), en 2016 con 22 grados y el año pasado había 24 grados en Carrera 2. Naturalmente la temperatura del asfalto era mucho más alta: en el último tres años no bajo nunca de los 36 grados, llegando a picos de 44 grados. Según los técnicos de Brembo que se relacionan con los 16 pilotos del Mundial de Superbike, el Phillip Island Grand Prix Circuit es el circuito más fácil de todos para los frenos. En una escala de 1 a 5 se merece un índice de dificultad de 1, igualado solo por la pista de Assen.


 

La labor de los frenos durante el GP

Los 4.445 metros del circuito discurren por 12 curvas, mitad de las cuales se encuentra en la sección que llega hasta las gélidas aguas del Océano Pacífico. Los pilotos utilizan los frenos 7 veces en cada vuelta, el mismo número de veces que en el circuito Chang International Circuit y en el Donington Park Circuit. Sin embargo, en Australia el tiempo total de frenada es de 20 segundos por vuelta, contra los 25 segundos del circuito inglés y los 26 segundos del tailandés. Desde el semáforo hasta la bandera de cuadros, los frenos se utilizan un poco menos de 7 minutos y medio, lo que evita el riesgo de sobrecalentamientos no deseados. La desaceleración media también es escasa: solo 1,06 g.

Sumando todas las fuerzas aplicadas por un piloto en la maneta del freno desde la salida hasta la bandera de cuadros, el valor roza los 6 quintales, equivalentes al peso de unos 51 koalas machos.


 
 

Las frenadas más arduas

De las 7 frenadas del Circuit Phillip Island Grand Prix, ninguna es considerada sumamente ardua para los frenos, mientras que 6 son de mediana dificultad y 1 es ligera.

La primera curva es la más difícil para el sistema de frenos, a pesar de que los frenos se utilizan solamente durante 2,6 segundos.

Sin embargo, las motos llegan después de haber tocado la velocidad punta máxima del Mundial de Superbike, 312 km/h.

Para reducir a 198 km/h, las motos necesitan 173 metros, es decir unos diez metros menos que lo que mide la Opera House de Sídney.

Un poco menos estresante es la frenada en la curva 4 porque las motos pierden dos tercios de su velocidad: de 226 km/h a 66 km/h.

La frenada dura 4,4 segundos porque la deceleración es menos intensa (solo 1,1 g) a pesar de que la carga en la maneta es de 5 kg y dura 168 metros.

Para la apurada de frenada de la curva número 10 también hacen falta 5 kg de carga en la maneta: la velocidad inicial es menor, solo 164 km/h, de ahí que sean “solo” 109 metros y 3,5 segundos de frenada.


 


Prestaciones Brembo

En 2017, las motos con frenos Brembo lograron la pole position y fueron ganadoras en las dos carreras de Phillip Island. En la Carrera1, el sábado, las primeras 10 motos tenían frenos Brembo, mientras que en la Carrera2 Brembo ha garantizado todo los primeros puestos.

En 7 campeonatos, los pilotos que utilizaban frenos Brembo lograron el doblete en Phillip Island y ganaron el Mundial: Neil Hodgson en 2003, Troy Corser en 2005, Troy Bayliss en 2006 y 2008, Carlos Checa en 2011 y Jonathan Rea en 2016 y 2017.