Toprak: todos los secretos del nuevo fenómeno de Superbike

09/07/2021

 Toprak Razgatlioglu es el nuevo fenómeno del motociclismo mundial.

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Veinticuatro años, turco, pupilo del gran Kenan Sofuoglu, cinco veces campeón del mundo de Supersport: Toprak Razgatlioglu es el nuevo fenómeno del motociclismo mundial, como ha demostrado en las cuatro primeras pruebas del Mundial de Superbike y, sobre todo, en Donington Park, sobre un firme resbaladizo por la lluvia.​



 

En las primeras 12 carreras de 2021, el piloto del Pata Yamaha with Brixx WorldSBK consiguió 3 victorias (2 en Donington Park y una en el Misano World Circuit Marco Simoncelli), 4 segundos puestos y 2 terceros, arrebatando el liderato a Jonathan Rea, protagonista indiscutible de estos últimos seis años, con Kawasaki. 


Hazañas que han llamado la atención de los equipos de MotoGP, especialmente tras el adiós de Maverick Viñales a Yamaha, que está teniendo un efecto dominó en los demás pilotos. Algunos creían que Razgatlioglu pasaría a la categoría reina, pero fue el equipo oficial de Yamaha Superbike anunció la renovación de su contrato por dos años en Assen. 


Razgatlioglu se dio a conocer participando en la Red Bull MotoGP Rookies Cup en 2013-2014. En 2015, dominó literalmente el Campeonato Europeo de Superstock 600, con 5 victorias y 2 terceros puestos en las 7 carreras disputadas. Tras abandonar la categoría de 600, se pasó a la de 1000, primero en Superstock y, después, en el Mundial de Superbike, donde debutó en 2018.

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Desde el primer momento, Toprak celebraba sus proezas con un stoppie, una especie de caballito invertido. Para entendernos, no se levanta la rueda delantera. Eso sería muy fácil. Sobre todo, cuando tienes una moto con más de cien caballos y poco peso: el peso mínimo para las motos de MotoGP es 157 kg, para Superbike 168 kg y Moto2 (piloto incluido) 217 kg. 


El control que tiene de la moto es sin duda excepcional, como demuestran los numerosos stoppies en los que consigue girar la moto 90º sobre la rueda delantera. Por lo general, su esquema de actuación consiste en entrar en el pit lane a 80 km/h en segunda, y aplicar una presión de entre 12 y 14 bares en el freno delantero. 


Cuando la rueda trasera se levanta, Razgatlioglu reduce la presión a 2-3 bares, manteniendo el equilibrio. Entonces, cambia a primera y, por último, usa el freno trasero para retomar el contacto con el suelo. Lo volvió a demostrar en Assen, tras ganar la Carrera2 y conquistar, gracias a esos 25 puntos, la cabeza de la clasificación. 


Una acrobacia que, en cambio, le falló tras el triunfo del día anterior en la Carrera1, después de salir en decimotercera posición; aunque, en realidad, ni siquiera lo intentó. Al cruzar la línea de meta, Razgatlioglu se quedó sin gasolina y consiguió llegar al parque cerrado gracias a sus compañeros que lo remolcaron. 


Por otro lado, hay que decir que el padre de Toprak era un doble de acción, el famoso Arif Razgatlioglu, cuyo apodo era Tek Terek Arif, que significa «una rueda» por su habilidad para conducir con la rueda delantera separada del suelo. La primera vez que Toprak se subió a una moto tenía solo 5 años, era una Yamaha PW50; a los 8 empezó a competir y a los 13 ya pilotaba en Supersport. ​

Los stoppies se pueden realizar gracias a la increíble ligereza de los componentes de freno Brembo y de las llantas Marchesini: un juego de ruedas de magnesio forjado de 17’’ puede llegar a pesar unos 6 kg y un par de pinzas monobloque de 4 pistones para MotoGP no supera el 1,5 kg, ya que está fabricada a partir de un bloque de aluminio-litio. 


Como es lógico, para hacer un stoppie hay que accionar el freno delantero con decisión, e ignorar el trasero. La posición del cuerpo también es muy importante, empezando por los codos, que no deben mantenerse rígidos, mientras que las rodillas deben apretarse como para abrazar el tanque. 


A las décimas de segundo hay que reducir progresivamente la presión del freno delantero para evitar el vuelco hacia delante: en estas fases la rueda trasera está levantada del suelo y no conviene utilizar el freno trasero hasta que haya iniciado su descenso. 


Si se acciona el freno trasero en las primeras fases del stoppie, se detiene la rotación de la rueda trasera, lo que afecta al equilibrio general de la moto. También es incorrecto adelantar el tronco en una posición antinatural, porque el centro de gravedad del conjunto hombre-moto quedaría desequilibrado.



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Para hacer el stoppie, los pilotos del Mundial de Superbike ejercen una presión en la maneta del freno de 7,2 kg o 6,5 kg (dependiendo del diámetro de la bomba utilizada), en comparación con los 6,1 kg de la primera curva del circuito de Qatar, al final de una recta de 1.068 metros, solo por citar un ejemplo. 


Como habrás podido intuir, no es indispensable una alta intensidad de energía porque la frenada se produce a baja velocidad. En cambio, es útil disponer de un buen par de frenado, cuyo valor es directamente proporcional al radio efectivo del disco, al coeficiente de fricción y a la clamping force (fuerza de cierre de la pinza). 


Por supuesto, es imprescindible una bomba de freno que garantice una frenada rápida y modulable. Gracias a la experiencia adquirida en el diseño de componentes hidráulicos, cinemáticos y ergonómicos, las bombas Brembo destacan por su linealidad entre la fuerza aplicada y la respuesta de frenado. ​



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En cualquier caso, el stoppie no está especialmente contraindicado para el sistema de frenos de las motos de carretera, ya que se realiza en el pit lane. La baja velocidad del piloto en la vuelta de entrada a boxes hace que la temperatura de las pastillas y del líquido de frenos sea bastante baja, por lo que el sistema no corre el riesgo de sufrir estrés térmico. 


Sin embargo, estas novedades no son bien vistas por muchos directores de equipo. No tanto por el riesgo de estropear los componentes mecánicos —aunque hay quien teme por el desplazamiento del aceite en el interior de los motores— como por el peligro de caída, que podría dar lugar a lesiones tontas, la rotura de algunas piezas de la moto o simplemente causar una mala impresión ante las cámaras. ​



 

De hecho, de todas las acrobacias posibles con una moto, el stoppie es una de las más peligrosas, ya que el piloto no puede seguirla con la vista. Por esta razón, Brembo desaconseja rotundamente intentar imitar o emular esta técnica, ya sea en carreteras abiertas al tráfico o en el circuito. ​


 
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