Desde Senna hasta Lauda, las bromas más célebres de la F1

De Berger a Senna: de saltos va la cosa​ 

El piloto Gerhard Berger fue el que más tiempo estuvo con Ayrton Senna: corrieron juntos con McLaren, equipado con frenos Brembo, durante tres temporadas, de 1990 a 1992, y ganaron un total de 48 Grandes Premios. Tenían muy buena sintonía, saltaba a la vista incluso para alguien poco observador, y nos dejaron muchas anécdotas. Una vez, durante un vuelo en helicóptero no muy lejos del circuito de Monza, el austriaco tiró el maletín de fibra de carbono del brasileño, que había estado presumiendo de que era indestructible. También fue memorable un viaje a Australia, donde le llenó la habitación de hotel con una docena de ranas.​

​De Pérez a sus ingenieros: cuando entres, ajustamos cuentas​ 

En 2011, Sergio Pérez debutó en Formula 1 con el Sauber motorizado por Ferrari. En los primeros 14 GP puntuó solamente en 3 ocasiones. En Japón, su 17ª posición en la clasificación lastraba inmediatamente su carrera del domingo. Sin embargo, gracias a dos paradas y a un astuto uso de los neumáticos, el mexicano pudo subir hasta la octava posición en la vuelta 42. Pero, en la última vuelta, empezó a gritar por radio: «No tengo potencia, no tengo potencia», lo que desconcertó a todos. Al cruzar la línea de meta en 8ª posición, se echó a reír: «Ja, ja, ja, estaba bromeando».​

De Lauda a una periodista: no me mires, no oigo​ 

A pesar del sufrimiento que le causó el accidente en el antiguo circuito Nurburgring, el difunto Niki Lauda fue un hombre de espíritu y el primero en ganar un Mundial con frenos Brembo. Cuando se estrenó la película Rush, volvió al lugar del accidente, a la curva de Bergwerk, con un equipo de televisión estadounidense. Cuando la periodista le preguntó cómo se sentía, empezó a hablar y, de repente, miró hacia el césped, recogió algo y dijo: «¡Mira lo que hay aquí! ¡Mi oreja!». El cámara y la mujer se quedaron atónitos. En realidad, llevaba en la mano una galleta que había escondido poco antes.​

De Piquet a Mansell: el mejor sobre papel​ 

Nelson Piquet y Nigel Mansell fueron compañeros de equipo en 1986 y 1987 en el Williams Honda, que en aquel entonces era el mejor monoplaza. La antepenúltima carrera de su convivencia fue el GP de México. En las sesiones de prueba, el brasileño notó que el británico se paraba con mucha frecuencia, ya que sufría problemas intestinales. En un momento dado, hizo desaparecer el papel higiénico de todos los baños, pero su compañero no lo descubrió hasta que estuvo sentado. Al parecer, reaccionó rugiendo como un león, que ese era su apodo.​

De Alesi y Berger a Todt: una inversión en U, o más bien en Y​

Después de Senna, Berger fue compañero de Jean Alesi, de 1993 a 1995 en Ferrari. El francés contaba que un día estaban en Maranello y el austriaco le pidió que le llevara a Fiorano. Alesi no tenía coche, así que tomaron prestado el Y10 de Jean Todt, a la sazón director de la Scuderia Ferrari. Para desafiarlo, Jean Alesi condujo a toda velocidad, pero Berger respondía tirando del freno de mano. Todo fue bien hasta que entraron en el circuito y volcaron. En un santiamén, los mecánicos volvieron a poner el coche sobre sus cuatro ruedas y lo cubrieron con una lona. 

​Al final, los dos pilotos de Ferrari se llevaron una bronca de Todt, que obviamente no fue por el valor de su Lancia. Podían haberse hecho daño utilizando el freno de forma inadecuada. Con la seguridad no se juega, ni siquiera cuando se lleva un sistema de frenos Brembo. ​