Desde el 17 hasta el 18 de septiembre el
Marina Bay Street Circuit acogerá la
15ª cita del Mundial 2016 de Fórmula 1. Escenario en 2008 del primer GP nocturno de Fórmula 1, el Marina Bay Street Circuit ha mantenido la ambientación con luces artificiales. Diseñado por el arquitecto Hermann Tilke alrededor de Marina Bay, la pista fue modificada una primera vez en 2012 y una segunda vez el año pasado.
El ritmo veloz y la falta de espacios adecuados para permitir que se enfríen (la recta más larga mide tan solo 832 metros) hacen sí que sea uno de los circuitos más duros para los sistemas de frenos. El desgaste del material de fricción es uno de los canales de telemetría que es necesario vigilar continuamente, a cada vuelta.
Según los técnicos de Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 10, el circuito ciudadano de Marina Bay cabe en la categoría de los circuitos muy exigentes para los frenos. La pista de Singapur se ha merecido un índice de dificultad 9, igual que él de los circuitos del GP de México y del GP de Baréin.