El GP Brasil de Fórmula 1 2019 según Brembo

11/11/2019

 Analizamos el esfuerzo de los sistemas de freno de los monoplazas de Fórmula 1 en el Autódromo José Carlos Pace

​​​​​La Fórmula 1 llega a Brasil para la 20ª cita del Mundial de 2019, prevista del 15 al 17 de noviembre en el Autódromo José Carlos Pace. Situado en São Paulo, en el distrito de Cidade Dutra, lleva el nombre del piloto brasileño que ganó, en 1975, el GP de Brasil. En el resto del mundo se suele conocer como Autódromo de Interlagos. ​


 

Fue construido en 1940, y con los años se han realizado varios cambios, el último data de 1990. Los coches circulan en sentido antihorario y las rectas son bastante cortas. Por lo tanto, hay solo una ocasión en la que la frenada comporta una reducción de velocidad superior a 200 km/h.

De hecho, el circuito es bastante guiado, con cambios frecuentes de dirección, pero también dispone de curvas que se pueden tomar a alta velocidad donde no hay que hacer un gran uso de los frenos: sobre todo, en la Curva do Sol (curva 3), de la Subida dos Boxes (curva 14) y de la Arquibancadas (curva 15).

El único obstáculo grave para los frenos de carbono es el mal tiempo: en 2016, la carrera se celebró bajo la lluvia y la temperatura del asfalto no superó los 21 grados centígrados. ​

Según los técnicos Brembo, que han clasificado las 21 pistas del Mundial utilizando una escala de 1 a 5, el Autódromo José Carlos Pace se encuentra en la categoría de los circuitos moderatamente difíciles para los frenos. La pista brasileña se ha merecido un índice de dificultad 3.​

 

 
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El uso de los frenos durante el GP

En cada vuelta, los frenos apenas se utilizan 7 veces, pero no es el récord negativo del Mundial: en Hockenheim hay 5, en Monza y Montreal 6. En una vuelta de Interlagos, los frenos están funcionando durante 12 segundos ​en total, igual al 19% de la duración de la carrera.

El reducido número de frenadas duros se traduce en una desaceleración media en la vuelta de 3,6 g.​

También es reducida la energía que disipa cada coche en frenada a lo largo de todo el GP: 206 kWh.​

Desde la salida hasta la línea de meta, cada piloto aplica una carga total sobre el pedal del freno de 45 toneladas y medio. Este valor es prácticamente idéntico al GP de Rusia.​​


 

Las frenadas más difíciles

De las 7 frenadas del Autódromo José Carlos Pace, los técnicos de Brembo han clasificado solo dos como difíciles para los frenos, 2 son de dificultad media y las otras 3 fáciles. ​

La más difícil de todas es la frenada de la primera curva porque los coches llegan tras acelerar ininterrumpidamente durante 17-18 segundos. Por lo que empiezan a frenar a 346 km/h y están frenando durante 2,32 segundos durante los cuales recorren 135 metros. Para reducir a 131 km/h para entrar en la curva, los pilotos tienen que ejercer una carga en el pedal de freno de 168 kg y sufren una desaceleración de 5,6 g.​

Una gran fuerza g (5,2 g) se presenta en la curva 4, pero la frenada es más corta: 1,52 segundos y 103 metros porque recorren la curva a 178 km/h, prácticamente a la mitad de la velocidad a la que llegan.​

En las curvas 8 y 10 también se requieren más de un par de segundos de frenada, las más lentas del circuito (100 km/h y 99 km/h). Pero los Fórmula 1 llegan a velocidades inferiores a 260 km/h y, por lo tanto, solo se requieren 96-100 metros para las dos frenadas. ​


 

Resultados de Brembo

Los monoplazas con frenos Brembo han ganado 24 de las 44 ediciones del GP de Brasil en las que han participado. El piloto que más ha ganado es Michael Schumacher con 4 victorias. Entre las escuderías se impone Ferrari con 11 victorias, pero la última es de 2008. En las últimas 4 ediciones siempre ha ganado el piloto que ha salido en primera linea.​​