"There is no challenge More challenging Than the challenge To improve yourself"
(Michael F. Staley)
"
"Ninguno, uno y cien mil."
Parafraseamos el título del célebre libro de Luigi Pirandello para hablar de la revolución que está viviendo el MotoGP.
El domingo 15 de octubre de 2017 se celebró el GP de Japón: en MotoGP, Andrea Dovizioso fue el primero en cruzar la línea de meta, superando en 249 milésimas a Marc Márquez y en 10’’557 a Danilo Petrucci. Detrás quedaban Andrea Iannone, Alex Rins, Jorge Lorenzo, Aleix Espargaro, Johann Zarco y Maverick Viñales.
Una carrera espectacular con adelantamientos continuos, a pesar de que la lluvia no dio ni un momento de tregua a los pilotos durante las 24 vueltas. No dejó de llover desde que cambió el semáforo hasta la línea de meta, casi más de 47 minutos después). La temperatura del aire no superó los 14 ºC ni la del asfalto los 15ºC.
Condiciones difíciles que, en el pasado, habrían comportado una única solución de frenos para todos: los discos de acero. Sin embargo, los tres pilotos que subieron al podio optaron por los discos Brembo de carbono, al igual que los otros 6 pilotos que atravesaron la meta inmediatamente después. En total, 13 de los 15 pilotos que puntuaron en esta prueba llevaban discos Brembo de carbono.
En práctica, al menos una moto por fabricante terminó la carrera entre los 15 primeros puestos con los discos de carbono: 3 Ducati, 3 Yamaha, 2 Honda, 2 Suzuki, 2 Aprilia y 1 Ktm. Un resultado clamoroso que demuestra la validez del carbono Brembo con la lluvia, independientemente de las características de cada moto.