¡Llueve! Y, ahora, todos usan los discos de carbono Brembo. ¿Qué ha pasado?

30/10/2017

 Antes, era impensable usar los discos de carbono con la lluvia porque se consideraban ineficaces. Sin embargo, en Japón los primeros 9 pilotos en cruzar la línea de meta habían optado por estos discos, con excelentes resultados.

"There is no challenge More challenging Than the challenge To improve yourself"         
(Michael F. Staley) "

 

"Ninguno, uno y cien mil.

Parafraseamos el título del célebre libro de Luigi Pirandello para hablar de la revolución que está viviendo el MotoGP.

El domingo 15 de octubre de 2017 se celebró el GP de Japón: en MotoGP, Andrea Dovizioso fue el primero en cruzar la línea de meta, superando en 249 milésimas a Marc Márquez y en 10’’557 a Danilo Petrucci. Detrás quedaban Andrea Iannone, Alex Rins, Jorge Lorenzo, Aleix Espargaro, Johann Zarco y Maverick Viñales.

Una carrera espectacular con adelantamientos continuos, a pesar de que la lluvia no dio ni un momento de tregua a los pilotos durante las 24 vueltas. No dejó de llover desde que cambió el semáforo hasta la línea de meta, casi más de 47 minutos después). La temperatura del aire no superó los 14 ºC ni la del asfalto los 15ºC.

Condiciones difíciles que, en el pasado, habrían comportado una única solución de frenos para todos: los discos de acero. Sin embargo, los tres pilotos que subieron al podio optaron por los discos Brembo de carbono, al igual que los otros 6 pilotos que atravesaron la meta inmediatamente después. En total, 13 de los 15 pilotos que puntuaron en esta prueba llevaban discos Brembo de carbono.

En práctica, al menos una moto por fabricante terminó la carrera entre los 15 primeros puestos con los discos de carbono: 3 Ducati, 3 Yamaha, 2 Honda, 2 Suzuki, 2 Aprilia y 1 Ktm. Un resultado clamoroso que demuestra la validez del carbono Brembo con la lluvia, independientemente de las características de cada moto.


 
 

Gracias al carbono, en el Twin Ring Motegi, los pilotos lograron una dinámica de la moto no muy diferente de la que hubieran obtenido en seco. De hecho, el acero empeora el comportamiento dinámico de la moto porque es un material más pesado que el carbono.

La reducción de las masas no suspendidas, garantizada por los discos Brembo de carbono, influye en el comportamiento de las suspensiones porque las ruedas se agarran mejor al asfalto. Esto se traduce en una mejor facilidad de conducción y en la posibilidad de descargar una mayor potencia al suelo.

En otras palabras, incluso con la lluvia, el carbono garantiza mejores prestaciones en aceleración y en los cambios de dirección. Mejoras que pueden parecer infinitesimales, pero se traducen en un menor tiempo de vuelta, tal y como demuestran los hechos.
A pesar de que la pista estaba inundada, Dovizioso consiguió hacer una vuelta en 1’56’’568, superando en 11’’218 el mejor tiempo de vuelta de este circuito, es decir, un 10,6% más.

Pueden parecer muchos, pero un paralelo te convencerá de lo contrario.

En el GP de Holanda de 2016, celebrado con el asfalto mojado, aunque al final dejó de llover, Danilo Petrucci hizo la mejor vuelta en 1’48’’339. Tardó 14’’722 más que el Circuit Record Lap, lo que equivale a un 15,7% más.
Petrucci, aquel día, al igual que todos sus compañeros, utilizó los discos de acero.


 

Un 10,6% más en un caso y un 15,7% en el otro. Sobran los comentarios, pero por rigor intelectual hemos de señalar que la diferencia entre el acero y el carbono no siempre es tan marcada. Lo que es innegable, sin embargo, es el mejor rendimiento de los discos de carbono una vez que alcanzan la temperatura mínima de funcionamiento.

Para asegurar un buen coeficiente de fricción, el carbono debe alcanzar al menos 250 grados centígrados. Hasta hace poco, era un valor prácticamente insuperable en caso de lluvia o con el asfalto mojado.

Sin embargo, en los últimos años, el aumento de la potencia de las motos, el perfeccionamiento de los neumáticos y la evolución de carbono han cambiado el escenario: por un lado, aumenta el esfuerzo que se exige a los frenos de las motos de MotoGP (también en mojado); por otro, permiten alcanzar más rápidamente el intervalo de temperatura necesario.

La primera demostración de la casi eliminación del retraso de los discos de carbono con respecto a los discos de acero bajo la lluvia tuvo lugar en el GP de San Marino de 2015: ese día, cuando empezó a llover, todos los pilotos del MotoGP entraron a boxes para cambiar de moto. Dejaron la moto de seco con los neumáticos "slick", y salieron a la pista con la moto para lluvia con los discos de acero. La única excepción fue Bradley Smith (Yamaha Tech 3) y, a pesar del descenso de la temperatura ambiental, sus discos de carbono no acusaron ninguna dificultad, tanto es así que cruzó la meta en segunda posición.

Desde entonces, Brembo ha intensificado los tests de los discos de carbono bajo la lluvia, pero dejando siempre libertad de elección a los pilotos de MotoGP. Hasta que, el viernes del GP de Malasia de 2016, algunos pilotos decidieron probarlos para evitar el bajo rendimiento de los discos de acero.

Entre ellos Marc Márquez que, tras haber intuido, unos días antes, las ventajas que ofrecían los discos Brembo de 320 mm con banda baja, quiso llevarlos también en la salida de la carrera, a pesar de que la pista estaba inundada por la fuerte lluvia que acababa de caer.

 

 

​Ese día, Márquez perdió el delantero y terminó en la gravilla, pero pocos minutos antes había logrado la vuelta más rápida de la carrera. Márquez volvió a subirse a la moto y terminó en 11ª posición. Luego, los técnicos Brembo analizaron los discos, la telemetría y escucharon los comentarios del piloto, que no había tenido ningún problema.

El 10 de septiembre, en el GP de San Marino de 2017, el mismo Márquez consiguió imponerse con los discos Brembo de carbono, a pesar de la lluvia que cayó durante la carrera. Ese día también subieron al podio Petrucci y Dovizioso, aunque en esa ocasión los dos pilotos de Ducati optaron por los discos Brembo de acero.

Un mes más tarde, el escenario ha cambiado por completo porque durante los tres días de lluvia que caracterizaron el GP de Japón, incluso los más escépticos quisieron probar las ventajas de los discos de carbono Brembo. Un resultado no tan obvio, ya que cada piloto requiere una configuración personalizada del sistema de frenos que le garantice el feeling adecuado.

Los pilotos, asistidos en la pista por los técnicos Brembo, que les explicaron cómo utilizar correctamente los discos de carbono con la lluvia, obtuvieron grandes ventajas y 19 de ellos decidieron utilizarlos durante la carrera. Conforme pasaron las vueltas, una vez encontrado el límite, consiguieron mejorar sus prestaciones y, al llegar a meta, todos se declararon satisfechos de la elección.


 

 

 

En resumen, en poco más de un mes, el palmarés de los discos Brembo de carbono con lluvia en MotoGP ha pasado de cero a dos victorias. Pero, lo que cuenta es que esta solución —considerada inviable hasta hace poco tiempo— se ha convertido en la norma en la clase reina.

Además, la revolución de octubre de MotoGP tuvo lugar en unas condiciones ambientales mucho más duras que las de la carrera celebrada en el Misano World Circuit Marco Simoncelli porque, en esa ocasión, en la segunda parte de la carrera dejó de llover.

Para que el carbono funcione perfectamente hace falta mucha pericia, ya que en las primeras vueltas aún no ha alcanzado su temperatura ideal. Para solucionar este problema temporal, el piloto tiene que adelantar el uso de los frenos, pinzando unos metros antes de lo normal para aumentar la temperatura. Sin embargo, una vez superados los 250 grados, el coeficiente de fricción se estabiliza.


 

 

El acero sufre las altas temperaturas y al final de la carrera corre el riesgo de provocar la la inconsistencia de la palanca del freno. Además, sobre mojado, el carbono no acusa problemas de par residual que, por el contrario, sí que puede afectar a los discos de acero.Con los discos de carbono, la fase de liberación es más repentina y garantiza la ausencia de arrastre del freno que buscan los pilotos. En otras palabras, con los discos de carbono, cuando termina la frenada la rueda se libera de inmediato, lo que supone a una ventaja en términos de conducción.

Los 115 km recorridos por los 19 pilotos, incluyendo los 9 primeros en cruzar la línea de meta, representan un pequeño paso para el MotoGP y un gran avance en la historia del motociclismo. Lo que no significa que Brembo de por concluido el desarrollo del carbono.

En los próximos años, esperamos lograr más avances en los materiales utilizados y en las técnicas de construcción para poderlos trasladar al mayor número posible de motos de carretera. Porque, a pesar de ser los proveedores de todos los pilotos de MotoGP, siempre buscamos nuevos retos. Es la única forma que tenemos de mejorar.