EL SISTEMA ELEGIDO
La combinación de todos estos factores llevó a Brembo a elegir discos y pastillas de carbono (aunque diferentes a los de la Fórmula 1) para satisfacer mejor las necesidades de un coche totalmente eléctrico: los discos tienen un grosor de 24 mm en el delantero y de 20 mm en el trasero, mientras que las pastillas tienen 18 mm y 16 mm respectivamente. En cuanto a los orificios de ventilación, el delantero tiene 70 (de 6,2 mm de diámetro) y el trasero 90 (4,2 mm de diámetro).
Los discos actúan en combinación con un único modelo de pinza delantera y un único modelo de pinza trasera, ambos con 4 pistones: los delanteros montan pistones de 30-36 mm y los traseros de 26-28 mm. Ambos están fabricados a partir de un solo bloque de material y con una aleación de aluminio oxidado. El peso es prácticamente un récord: 1,2 kg cada pinza delantera y 1 kg cada pinza trasera.
El principio de economía de los costes también nos ha llevado a montar una campana de aluminio con fijación mediante casquillos y una bomba en tándem de una etapa, también fabricadas por Brembo: la bomba alimenta tanto el sistema delantero como el trasero, imponiendo una distribución fija de la frenada. Además de ser idéntico para todos los equipos, este sistema se mantendrá durante toda la temporada, sin posibilidad de desarrollarlo durante el año.