Exclusivo Rally Dakar 2019: el cuaderno de bitácora de una pinza de freno Brembo

15/01/2019

 Nuestro corresponsal del Dakar 2019 nos cuenta el rally-raid más duro del mundo: una crónica sin precedentes de un día de la carrera.

​​​​​Hola: Soy una Pinza Brembo y quiero hablaros de mi día a día en el Dakar, la carrera más dura del mundo: más de 5.000 km, de los cuales 3.000 son pruebas especiales, que recorren Perú.​


Ahora mismo estoy en Arequipa, Perú, a 2.335 metros de altura sobre el nivel del mar. Formo parte del sistema de frenos de un importante equipo que está luchando por hacerse con la victoria final del Dakar Rally. Junto a mis compañeros —el disco y las pastillas de freno— constituimos el sistema de frenos Brembo, un equipo muy unido, diseñado y realizado ad hoc para equipar los coches que aspiran a ganar el Dakar Rally.

Por otro lado, todos procedemos de una familia de artistas: nuestros antepasados, es decir, los sistemas de frenos Brembo de antaño, ya ganaron muchísimas veces esta carrera, desde la época en que se corría en África y aún se llamaba París-Dakar.


 

Hora 7​ QUE NADIE DUERMA​: Ayer por la noche, tras unas cuantas horas dedicadas a limpiar y supervisar mis componentes mecánicos, me volvieron a montar en el coche para que estuviera lista para la etapa de hoy: si hubieran detectado algún problema, tendría que haberme retirado y cederle el puesto a una compañera. Me he levantado tras un sueño profundamente reparador: 9 horas seguidas, sin enterarme de los ruidos que caracterizan la vida del campamento.

Hora 8 CALENTAMIENTO MUSCULAR​: El piloto arranca el motor y recorremos unos cuantos metros hasta llegar al inicio de la etapa. Es como hacer stretching, mis 6 pistones se mueven hacia delante y hacia atrás 5 o 6 veces, la manera ideal de comprobar su funcionamiento y el feeling con mis compañeros de equipo: las pastillas Brembo, que en esta ocasión tienen una longitud de 164 mm (las de rally son de 140 mm), y el disco de freno, también son Brembo. El diámetro es de 355 mm y está compuesto por una banda de frenado de hierro fundido y por un tambor de aluminio que aportan resistencia y ligereza. La frenada no da problemas, empiezo a calentarme.

 

 
 

Hora 8.40 QUIEN BIEN EMPIEZA​: Empieza la prueba especial, se acabó el juego. Primera, segunda, tercera..."cuidado con el terraplén de ahí delante”, oigo decir al copiloto. Yo también me preparo. El pie pisa el pedal que transfiere la fuerza al líquido del freno, que me llega de inmediato: mis pistones se activan y empujan la pastilla que se pone en contacto con el disco del freno. El piloto ha calculado perfectamente el momento y la presión. Recorremos la curva derrapando y volvemos a acelerar. Primera apurada de frenada del día superada. Hemos roto el hielo.

Hora 10.10 LA COSA SE PONE SERIA​: durante dos horas, el ritual se reitera a intervalos regulares: solo cambia el esfuerzo que ejerce el piloto en el pedal y la duración de la operación. Con el sol y los esfuerzos, mi temperatura corporal ha aumentado, estoy a unos 190°C, pero me siento en forma, me he entrenado durante mucho tiempo para no acusar el cansancio ni siquiera a temperaturas más altas. Mi intervalo de temperatura óptimo va desde los 150 °C a los 200 °C, aunque también puedo seguir desempeñando mi cometido de 230 a 240°C.


 

Hora 11.05 NI ME DOBLO NI ME ROMPO​: Acabamos de hacer una apurada de frenada impresionante, de 180 km/h a 60 km/h. Un esfuerzo increíble, sobre todo si tenemos en cuenta que el coche en el que estoy pesa casi el triple que un coche de rally. El componente que más se calienta es el disco: su banda de frenado ha alcanzado 750 °C, pero no ha sufrido ninguna deformación. Para evitar este problema, los técnicos Brembo han trabajado en la flotación, gracias a la cual se puede evitar la dilatación.

Hora 12.45 CUIDADO CON LAS PIEDRAS​: lo que faltaba, un tramo lleno de piedras. El piloto y el copiloto están dando tumbos de un lado a otro, pero afortunadamente yo sigo bien anclada al coche. Naturalmente, las piedras también me han golpeado en repetidas ocasiones, pero, a pesar de ello, sigo estando a pleno ritmo. Aprovecho la ocasión para dar las gracias públicamente a los ingenieros que han colocado la canalización interna y los tapones de purga dentro de la pinza, para evitar que mis partes vitales entren en contacto con estas rocas traicioneras. Mamá Brembo nos ha concebido fuertes y robustas: estoy hecha de aluminio, a partir de un bloque único de aluminio fundido.

 

 
 

Hora 13.20 ARENA POR TODAS PARTES​: Este tramo de dunas no se acaba nunca. Subidas y bajadas constantes a las que asisto casi siempre como espectadora. De hecho, los frenos no sirven para llegar a la cima, basta dosificar el acelerador para no terminar llenos de arena ni llegar a demasiada velocidad. Oigo que algunas partes del coche se quejan porque tienen arena por todas partes: “Tengo arena hasta en las pestañas”, dice un componente cuyo nombre prefiero no mencionar. Yo no me puedo quejar porque me han diseñado para evitar que la arena se acumule en mi interior y pueda perjudicar mi funcionamiento.

Hora 14.40 UN FÍSICO PERFECTO​​: también hemos superado el quinto checkpoint del día y todo parece ir bien. He podido descansar en los tramos de arena y, ahora me siento en plena forma. Quién más sufre el esfuerzo es la pastilla que, a base rozar contra el disco, está más delgada: en el momento de salida tenía un espesor de 18 mm, mientras que ahora mide 15 mm (pero después de una etapa maratón se reduce a 11 mm). Sin embargo, a diferencia de las demás pastillas, que se deforman cuando se reducen, mi amiga se ha consumido de manera uniforme gracias a que llevo 6 pistones en mi interior que trabajan en toda la superficie.


 

Hora 16.25 AIRE PARA MIS PULMONES​​: La etapa llega a su fin, hay que darlo todo. En este camino de tierra se va bastante rápido, incluso en curvas, y el piloto seguramente se lo está pasando bien: para no salirse de la trayectoria utiliza muchísimo los frenos, corrigiendo constantemente el trazado del coche. Pero, esto no deja que el sistema de freno “termine el ciclo” y se prepare, dado que está siempre bajo presión: el líquido de frenos Brembo llega a alcanzar 250 °C, pero su punto de ebullición es muy superior a la media, así que mantiene intactas sus características. A la pinza y los discos también les cuesta trabajo enfriarse, pero gracias a las ventilaciones personalizadas se pueden contener estos valores.

Hora 17.30 NECESITO UNA DUCHA​: La prueba especial ha terminado. Estamos llegando al campamento a velocidad de crucero durante los varios kilómetros de desplazamiento. Todos estamos emocionados por haber finalizado otro día de manera impecable. Llega el momento de despedirnos porque, en cuanto llegue al campamento, los mecánicos desmontarán el coche. Estamos locos por ponernos en sus manos para las operaciones de limpieza, aunque me dé un poco de vergüenza porque inspeccionan hasta el último rincón para comprobar que no haya problemas. Si, como creo, los mecánicos me consideran apta, mañana estaré compitiendo de nuevo, a diferencia del disco y la pastilla que son reemplazados en cada etapa. Ahora, debéis disculpadme voy a llamar a casa.