El ganador ha sido el Porsche 911 GT3 (991), el único con una marca inferior a 31 metros: 30,7 metros, 30 centímetros menos que los dos segundos clasificados. Mérito de los discos (410 mm de diámetro en el delantero, 390 mm en el trasero) y de las pinzas fijas monobloque de aluminio Brembo (de 6 pistones en el eje delantero y de 4 pistones en el trasero) montadas de serie, y de otras características estructurales y dinámicas de este superderportivo alemán. Y no es casualidad, como demuestra el tercer puesto a igualdad de méritos que han obtenido otros dos fuera de serie firmados por Brembo: el Ferrari F12 Berlinetta y el Ktm X-Bow GT, ambos han frenado en 31,3 metros. El primero, considerado el precursor de los 12 cilindros extremos, hace uso de los frenos carbocerámicos Brembo de tercera generación (398 mm en el delantero, 360 mm en el trasero). El segundo, que ha revolucionado el mundo de los coches deportivos, monta discos autoventilados Brembo de medidas más contenidas (305 mm en el delantero, 262 mm en el trasero).