Las 14 curvas restantes están situadas de manera bastante igualada a lo largo de toda la pista, por lo que permiten que los discos de carbono se enfríen, no obstante habitualmente se alcancen altas temperaturas del asfalto. Según los técnicos de Brembo, el Autódromo del Mugello cabe en la categoría de los circuitos medianamente arduos para los frenos.
En una escala de 1 a 5 se le ha atribuido un índice de dificultad 3, valor atribuido también a Le Mans, si bien tenga rectas mucho más cortas, y a otros 8 circuitos.