La nueva normativa exigirá que el motor eléctrico genere la mitad de la potencia total del sistema, marcando una evolución significativa. Sin embargo, aún persisten interrogantes: muchos aspectos siguen en fase de definición y dependen de variables que todavía no están completamente aclaradas, creando una reacción en cadena que afecta a otras áreas del monoplaza.
Este profundo cambio reglamentario ha hecho que los últimos meses hayan sido extremadamente intensos para Brembo, que está trabajando con cada equipo para desarrollar componentes a medida de las características de sus coches.
La nueva generación de monoplazas representa un terreno fértil para la innovación: por un lado, introduce desafíos inéditos para los sistemas de frenado; por otro, ofrece a los diseñadores nuevas oportunidades para replantear la arquitectura del coche.