En las competiciones de monoplazas en pista, la única variable externa es la lluvia. En el Campeonato del Mundo de Rally (WRC), sin embargo, los pilotos y los equipos se enfrentan a numerosas variables que afectan, entre otras cosas, a las características del sistema de frenos. Además de la extrema variabilidad de las condiciones de frenado, factores como la durabilidad, la robustez y la facilidad de mantenimiento desempeñan un papel importante en el diseño y la construcción de los sistemas de frenos de rally.

En el WRC, hay pruebas en las que la pista está cubierta de nieve, otras en las que está helada y algunas en las que hay que cruzar masas de agua. Las superficies en el WRC también son muy variadas, desde asfalto a tierra, arena y grava. Todas estas condiciones conducen a diferentes niveles de adherencia, que a su vez afectan al rendimiento de los frenos.

Nuestro enfoque

Al igual que en la Fórmula 1, cada coche del Campeonato del Mundo de Rally está equipado con pinzas de freno específicas, personalizadas en colaboración con los fabricantes de automóviles. Los técnicos de Brembo codiseñan el sistema de frenos con los ingenieros del equipo para garantizar una gestión óptima de la temperatura en todas las condiciones de uso. Esto se consigue mediante el uso de conductos de refrigeración dirigidos al puente de la pinza, especialmente alrededor de los pistones.

Nuestro enfoque pone gran énfasis en el sistema de refrigeración, identificando soluciones de diseño que maximizan el flujo de aire hacia el disco y la pinza. El aire se dirige a zonas clave como placa de soporte de las pastillas de freno o alrededor de la zona del pistón para mejorar la disipación del calor y mantener un rendimiento óptimo.

Pinzas

Las pinzas de freno del WRC están fabricadas en aleación de aluminio y combinan pistones de 32 mm y 38 mm. Incorporan un túnel en el puente de la pinza que conecta las partes exterior e interior de la pinza, lo que ayuda a mejorar la capacidad de refrigeración.

El diseño de las pinzas se realiza mediante un software específico, conocido como optimización topológica, que maximiza tanto la rigidez como el peso de la pinza materializándola sólo donde es necesario, apoyándose en simulaciones CFD (Dinámica de fluidos computacional).

Algunos equipos prefieren pinzas más ligeras, aunque esto pueda traducirse en una menor rigidez, mientras que otros sacrifican la ligereza por una mayor rigidez, con el objetivo de obtener un rendimiento constante durante todo el día. Sin embargo, la mayoría de los equipos utilizan dos tipos diferentes de pinzas durante la temporada: una para las pruebas de asfalto, en las que los frenos se utilizan principalmente para frenadas intensas y bruscas y se requiere un alto par motor, y otra para las pruebas de grava.

Por lo general, las pinzas de freno del WRC funcionan eficazmente hasta temperaturas de 180°C (medidas mediante un termopar incrustado en el aluminio y transmitidas a telemetría). El "umbral de alarma" se activa entre 180 °C y 220 °C, y las temperaturas superiores a 220 °C pueden provocar problemas críticos.

Discos

Para lograr una frenada potente sobre asfalto, Brembo utiliza discos de freno de hierro fundido con un diámetro de 370 mm delante y 355 mm detrás, con espesores que oscilan entre 30 mm y 32 mm. El hierro fundido es un material conocido por su excelente durabilidad y no necesita temperaturas elevadas para ofrecer un rendimiento de frenado eficaz.

A lo largo de los años, el tamaño de los discos ha aumentado debido a los cambios en la normativa. Aunque se ha reducido la cilindrada del motor, la potencia ha aumentado casi un 30%, en parte gracias a la tecnología híbrida.

Sobre la grava, el menor agarre obliga a los pilotos a corregir con frecuencia la dirección, pero hay menos momentos de frenada brusca tras tramos de alta velocidad. En consecuencia, los requisitos de potencia de frenado no son tan elevados como en asfalto, por lo que los discos de hierro fundido de Brembo de 300 mm con espesores más finos (entre 25,4 mm y 28 mm) son suficientes.

La reducción de la masa no suspendida que proporcionan estos discos ligeros mejora la dinámica del vehículo, algo crucial en las carreras de rallies, tanto para la aceleración como para los cambios rápidos de dirección. Sin embargo, el menor peso de estos discos, debido a la menor cantidad de hierro fundido utilizada, podría provocar un sobrecalentamiento si Brembo no hubiera rediseñado el sistema de ventilación para mejorar el flujo de aire y mantener las temperaturas bajo control.

En función del evento, los equipos pueden elegir entre distintos espesores de disco. Por ejemplo, en Finlandia o sobre el hielo en Montecarlo, la exigencia de los frenos suele ser menor, mientras que los acontecimientos en Croacia y Japón someten a los frenos a un esfuerzo mucho mayor, lo que requiere discos más gruesos. El intervalo de temperatura óptimo para los discos se sitúa entre 450°C y 550°C. Las temperaturas superiores a 600 °C y cercanas a 700 °C pueden provocar problemas críticos.

Pastillas

Incluso las pastillas de freno para el WRC, que suelen ser de base cerámica, difieren en función del tipo de pista al que se enfrenten. Generalmente, el compuesto utilizado para grava es más blando que el de asfalto, para evitar el bloqueo de las ruedas y reducir el sobrecalentamiento de los discos.

Desde el calor abrasador de México hasta las carreteras heladas de Suecia, el legado de Brembo en el Campeonato del Mundo de Rally (WRC) se basa en la resistencia y la precisión.

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Desde su debut, Brembo ha proporcionado sistemas de frenos capaces de soportar las condiciones más duras de los rallyes.

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Con el inicio de la temporada 2024, la avanzada tecnología de Brembo sigue apoyando a equipos punteros como Ford M-Sport y Hyundai Motorsport, consolidando su lugar en el corazón del deporte.