Un magnífico supercoche con un corazón palpitante LT1 V8 de 6,2 litros que rinde 460 CV y 630 Nm de par. Estadísticas sensacionales, en línea con el carácter racing heredado de su vehículo homónimo de 1963.

Cada elemento del Grand Sport se ha diseñado para mejorar el rendimiento en la pista: desde las soluciones aerodinámicas hasta el chasis ligero, fabricado siguiendo los mismos procesos de producción que se utilizan para los coches de carreras.

Chevrolet-Grand-Sport-4.jpg

La solución Brembo

El sistema de frenos, naturalmente Brembo, también está en línea con las aspiraciones del coche: delante encontramos pinzas monobloque de 6 pistones, que sujetan discos flotantes de dos piezas de 370 mm (34 mm de grosor).

Por otro lado, en la parte trasera, los discos flotantes de dos piezas son de 365 mm (26 mm de grosor), funcionan con pinzas monobloque de 4 pistones.

La peculiaridad del disco flotante es que la banda de frenado y el buje están fabricados con materiales diferentes, para mejorar las prestaciones y reducir el peso.

Chevrolet-Grand-Sport-1.jpg

Al estar fabricado en aleación ligera de aluminio, un disco flotante es más ligero que uno tradicional: por tanto, al reducir las masas no suspendidas, aumentan las prestaciones, el confort y la maniobrabilidad del vehículo.

La separación entre las dos piezas impide también que el calor generado por la fricción se transmita desde la banda de frenado, que puede dilatarse tanto en sentido radial como axial, al alojamiento.

Si todo esto te parece poco, no te preocupes, siempre te queda el paquete Z07 Performance: junto a los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 y una suspensión Z07, que garantizan la posibilidad de tomar curvas a 1,2g (1,05g con el modelo estándar), hay un sistema de frenado más avanzado, también firmado por Brembo.

En lugar de discos con banda de frenado de hierro fundido, el paquete Z07 utiliza discos carbocerámicos de mayor tamaño: 394 mm (38 mm de espesor) en la parte delantera y 390 mm (32 mm de espesor) en la trasera. Esto supone una considerable reducción de peso: el sistema de frenado de cada rueda delantera pasa de 10,87 kg a 6,2 kg, con una reducción del 43%, mientras que el trasero, también por unidad, pasa de 11,3 a 8 kg, con una reducción del 29%. Se trata de un peso ligero que se traduce en una aceleración más rápida, una menor distancia de frenado e incluso un menor consumo de combustible.

Pero las ventajas ddel material carbocerámico no acaban aquí. Este material se caracteriza por una deformación extremadamente baja a altas temperaturas, una peculiaridad que se refleja directamente en el rendimiento del vehículo. Además, el material carbocerámico puede utilizarse repetidamente porque, incluso después de múltiples acciones, la fuerza de frenado permanece invariable. E incluso en las situaciones de frenado más exigentes, un disco carbocerámico nunca corre el riesgo de fading.

Las pinzas Brembo delanteras del Grand Sport son de aluminio en la versión monobloque, es decir, la versión mecanizada a partir de un bloque de aluminio fundido, y garantizan una rigidez excepcional y una menor deformación. En general, tanto las pinzas de freno fijas delanteras como las traseras mejoran la duración y la eficacia del sistema: de hecho, gracias al uso de pistones opuestos, permiten una acción más precisa sobre las pastillas debido al menor diámetro de los cilindros, a la menor presión que actúa sobre el pistón individual y a un desgaste más uniforme de las superficies de fricción debido a la mayor superficie dedicada a la acción de las pastillas. En otras palabras, el frenado es más sensible y decisivo incluso en la calle.


Este resultado ya se puede percibir durante el uso en la calle, pero se acentúa en la pista, donde la eficacia de frenado es siempre máxima.

Por si fuera poco, las pinzas Grand Sport, disponibles en negro, rojo y amarillo, están formadas por pistones opuestos de distinto diámetro.