Álvaro Bautista respondió a 10 preguntas sobre su estilo de frenado, sus preferencias técnicas, el cambio al acero y mucho más.
Entre los numerosos pilotos que han pasado por Brembo Racing en los últimos años, uno de los más condecorados es Álvaro Bautista, tres veces campeón del mundo en dos categorías diferentes: la primera en 2006 en 125cc con Aprilia, y la segunda y tercera en 2022 y 2023 en Superbike con la Panigale V4R del equipo Aruba.it Racing - Ducati.
Bautista también fue subcampeón en 2008 en 250cc con Aprilia y en 2019 en Superbike con Ducati. Además, compitió en MotoGP de 2010 a 2018 y, a pesar de no contar con motos de primer nivel, logró subir al podio en tres ocasiones en la categoría reina, saliendo una vez desde la pole position y logrando una vuelta rápida en carrera.
Por todo ello, muchos consideran a Álvaro un piloto completo, además de una persona encantadora, como tuvieron ocasión de comprobar los empleados de Brembo Racing que se acercaron a él durante su visita, pidiéndole autógrafos y selfies.
Aprovechamos la oportunidad para hacerle 10 preguntas sobre su estilo de conducción, sus preferencias y la evolución de su frenada.
Álvaro, ¿qué se te pasa por la cabeza cuando frenas?
"Cuando estoy frenando, no pienso en los frenos para nada, lo que significa que confías en ellos y que funcionan al 100%. Sabes que cuando utilizas los frenos, funcionan perfectamente y siempre de la misma manera y puedes concentrarte en la carrera. El hecho de tener siempre la misma sensación es muy importante porque es una preocupación menos".
¿Qué es lo más importante que debe garantizar un sistema de frenos?
"Es difícil decir sólo una porque debe garantizar muchas. El rendimiento es sin duda vital para parar la moto, pero lo que siempre busco es la consistencia. Me gusta tener la misma longitud de palanca de freno. También me gusta tener las mismas sensaciones para saber cómo tengo que parar la moto".
En el Campeonato del Mundo de Superbike se pasa de la carrera tradicional a veinte vueltas a la Superpole Race a diez vueltas. ¿Cambia algo en la forma de utilizar los frenos?
"A nivel de configuración de frenos no hay mucha diferencia, sólo que en la Superpole Race obviamente puedes frenar más fuerte porque son pocas vueltas y no consumes tanto los neumáticos. Puedes ser más agresivo al frenar porque como gastas menos combustible, la moto es más ligera y puedes frenar más tarde. Normalmente en la Superpole Race la temperatura de los frenos es más alta porque eres más agresivo".
¿Cuál es su frenada favorita en el Campeonato del Mundo?
"Es difícil elegir sólo una. Una muy difícil es la curva 4 de Phillip Island (Australia), porque se afronta el giro anterior a la izquierda a más de 230 km/h en quinta velocidad. Cuando frenas, tienes que reducir cuatro marchas y cambiar de dirección al mismo tiempo porque la curva 4 es una horquilla a la derecha. Tienes que tener cuidado porque no puedes ser muy agresivo durante la primera parte, tienes que ser muy suave y cuando cambias de dirección y te enderezas, puedes aplicar más presión".
¿Recuerdas cómo era la frenada la primera vez con Superbike después de años en MotoGP?
"No fue un problema porque en MotoGP estaba acostumbrado a los discos de freno de acero que se usaban en superficies mojadas y mi última carrera en MotoGP fue en Valencia 2018 bajo la lluvia. De hecho, me sorprendió mucho porque en MotoGP, cuando el asfalto empezaba a secarse, te veías un poco presionado. En Superbike, en cambio, donde lo normal es el acero, aunque la moto sea muy pesada, el rendimiento es muy bueno y, sobre todo, muy constante en las distintas vueltas."
¿Puedes explicar la diferencia de frenado entre MotoGP y Superbike?
"Hay una gran diferencia porque con el carbono hay que acostumbrarse. En la primera parte de la frenada la moto no se para del todo porque el carbono necesita cierta temperatura para funcionar. Entonces ocurre lo contrario, porque a medida que te acercas a la curva, los discos y las pastillas se calientan, la moto frena cada vez más y tienes que estar muy pendiente de la maneta de freno. Hay que saber manejar el momento. Con Superbike es más fácil de controlar, lo sientes más desde el principio, lo controlas inmediatamente, y también es más fácil ajustar la frenada porque el tacto del freno es el mismo desde la primera parte de la frenada hasta la última."
Si volvieras a pilotar una MotoGP, ¿sería difícil readaptarse al carbono?
"No lo creo, todavía tengo algo de memoria y creo que después de dos o tres vueltas, no tendría ningún problema. Claro, tienes que tener mucho cuidado las primeras veces que frenas porque parece que la moto no frena y luego llega toda la potencia".
¿Cómo ha cambiado tu forma de frenar en tus 20 años de carrera?
"He tenido que adaptarme. En la categoría de 125 no utilizas mucho los frenos, dejas que la moto se mueva más porque no hay tanta potencia. Cuando pasé a 250, tuve que frenar más y utilizar los frenos más adelante en la curva. En MotoGP, en cambio, tuve que adaptarme a los frenos de carbono, que frenan muy fuerte, tienes que tener mucho cuidado de no volcar. Luego, con la categoría de Superbike, tuve que acostumbrarme a los frenos de acero y descubrir hasta dónde llegan los frenos y hasta dónde llega el frenado del motor. De dos tiempos a cuatro tiempos, la tecnología y la electrónica han aumentado y he tenido que adaptarme".
¿Cuál es tu secreto para frenar?
"No tengo. Me gusta intentar llegar hasta el final con el freno, pero está claro que una cosa es frenar cuando la moto está en línea recta y otra cuando estás entrando en una curva. Me gusta frenar muy fuerte en la recta y luego intentar reducir gradualmente la presión sobre la palanca. Me gusta ser muy progresivo (o para ser precisos, regresivo, dada la reducción de la carga - Ed.) durante la parte final de la frenada".
¿Quiénes cree que son los tres mejores frenadores de la historia?
"Es difícil elegir a tres porque ha habido muchos pilotos que son realmente buenos frenando. Una frenada que se me ha quedado grabada fue la de Schwantz sobre Rainey en 1991 en Hockenheim, parecía que se iba recto pero consiguió parar la moto. Luego, aunque no lo parezca, una de las muchas cualidades que tenía Valentino Rossi era que era un gran frenador. Por último, incluiré a alguien de quien todo el mundo habla últimamente, Toprak Razgatlioglu. Su estilo de frenada es espectacular, con la rueda trasera a menudo en el aire".