En 2013, aprovechando una notable estabilidad en el reglamento, Brembo introdujo un nuevo tipo de carbono para los discos. El CER, en comparación con el anterior CCR, alcanzaba la temperatura de funcionamiento con mayor rapidez, un amplio rango de funcionamiento y una respuesta muy lineal.
La revolución del reglamento de 2014 tampoco pilló desprevenida a Brembo. Esa temporada supuso el regreso de los motores turboalimentados, ausentes desde 1988, pero la cilindrada se limitó a 1,6 litros y las vueltas a 15.000 rpm. También se introdujo la tecnología híbrida, con dos motores eléctricos, y el peso mínimo del coche se aumentó de 642 kg a 691 kg.
Debido al considerable aumento de la masa fue necesario rediseñar el sistema de frenos, también debido a la introducción del Brake by Wire. A pesar de ello, se mejoró aún más la ventilación y se aumentó el número de orificios de cada disco a más de mil.