Mantenimiento del sistema de frenos

 

 

Mantenimiento y sustitución periódica

        
El sistema de frenos es uno de los principales elementos de seguridad activa del vehículo. Entre sus distintos componentes, los materiales de fricción como los discos y las pastillas requieren un mantenimiento y sustitución periódica ya que están sujetos a desgaste.


Para que el sistema de frenos funcione siempre de forma adecuada, es necesario mantener los discos y las pastillas en perfectas condiciones. De hecho, con cada frenada, la fricción provoca un consumo de material, tanto por parte de las pastillas como del disco.
Para no perjudicar el funcionamiento correcto del sistema de frenos, cuando se alcanza un determinado límite de desgaste se deben sustituir los discos y las pastillas de freno.


En los discos viene indicado el espesor mínimo de la banda de frenado (Mín TH), mientras que las pastillas de freno están dotadas normalmente de un indicador de desgaste que señala el momento de la sustitución.


 

Cuándo sustituir los discos y las pastillas

Se recomienda controlar los frenos cada 15.000/20.000 kilómetros, si bien deberá realizarse inmediatamente cuando se produzcan vibraciones. Las principales señales que indican el desgaste o deterioro del disco y las pastillas son:


• encendido del testigo de señalización (si lo hay, y solo para las pastillas)
• ruidos durante la frenada
• presencia de vibraciones
• presencia de líneas circulares profundas o grietas radiales en la banda de frenado
• señales de sobrecalentamiento


En determinados casos, también el nivel del líquido de frenos puede facilitar información útil sobre el desgaste de los discos y las pastillas.


 
 

Pinzas y componentes hidráulicos

La sustitución de las pinzas de freno y de otros componentes hidráulicos del sistema de frenos (tubos, cilindros del freno, bomba del freno) no se realiza por desgaste debido a la fricción, sino por el deterioro o rotura accidental.


Una experiencia de más de cincuenta años en la fabricación de pinzas de freno para el primer equipo permite a Brembo ofrecer una completa gama de pinzas regeneradas, proceso que constituye una solución alternativa a la sustitución de las pinzas averiadas o deterioradas por piezas nuevas, conservando la misma calidad y seguridad que estas últimas.


El proceso de regeneración de las pinzas establece, de hecho, la aplicación de los mismos rigurosos estándares técnicos previstos para los equipos originales, la limpieza de la pinza y la sustitución de todos los componentes internos desgastados o deteriorados. Todas las pinzas Brembo están revestidas con una capa protectora anticorrosión y sometidas a pruebas funcionales que garantizan su perfecto funcionamiento.


Además de ser adecuadas y fiables, las pinzas de freno Brembo regeneradas representan una elección respetuosa con el medio ambiente, siguiendo las políticas de la empresa que se basan en la reducción del impacto medioambiental, siendo posible en este caso gracias al reciclaje del cuerpo de la pinza.


 

Disco y pastilla: la pareja perfecta



El uso de un disco de baja calidad, además de poner en peligro la seguridad y la eficacia de la frenada, también causa el deterioro de la pastilla. Y al contrario.


Del mismo modo, si no se sustituye un componente desgastado se provocará un mayor desgaste o deterioro en el otro componente.
El disco y la pastilla funcionan en simbiosis, por lo que su mantenimiento debe realizarse teniendo en cuenta esta característica.


Es importante recordar que al sustituir los discos de freno se deben cambiar obligatoriamente también las pastillas.


Por el contrario, se pueden sustituir las pastillas sin cambiar los discos de freno, con la condición de que no estén muy desgastados (espesor de la banda de frenado cercana al mínimo previsto).


De hecho, las pastillas se desgastan más rápidamente que los discos. Normalmente, un juego de pastillas dura la mitad de tiempo que un disco.

 

 

Siempre es necesario un breve rodaje


Los discos y las pastillas constituyen la parte central del sistema de frenos y su perfecta eficiencia repercute en la seguridad activa del vehículo.


Cuando se sustituyen los discos y las pastillas es necesario realizar un breve periodo de rodaje (de aproximadamente 300 kilómetros). Durante este periodo, hay que realizar frenadas breves y suaves para permitir la alineación correcta de la superficie de las pastillas que está en contacto con el disco. Un rodaje mal realizado podría provocar un desgaste irregular de los componentes y poner en peligro las prestaciones del sistema de frenos.


 

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